
Plátano, yuca, maíz, revuelto de ese que se cultivan en los diferentes territorios caucanos los que nos dan la fuerza y permite tener una vida sabrosa, no se puede tener lujos pero si tranquilidad, el tener la tierra es una gran alegría, aunque se nos llame perezosos e indios roba tierra, eso no importa, nosotros sabemos el gran amor que le tenemos, por eso sabemos que uma kiwe (madre tierra) no solo es producir también hay que dejarla enmontar para que descanse, y que los territorios hay que caminarlos como nuestros caciques y cacicas a nadie hemos robado por el contrario ellos son los invasores por eso hoy más que nunca debemos caminar por la defensa de la vida digna y que mejor que hacerlo desde la minga en sus diferentes expresiones, del compartir hacer y aprender.
Desde los procesos indígenas congregados en el Cric (consejo regional indígena del cauca) nos unimos a la movilización nacional desde la minga hacia afuera, solidarizándonos y aportando desde nuestros saberes y haceres en este momento en que necesitamos un cambio en el país, en el modelo de despojo que se agudiza y con el crece las desigualdades y analizando esta situación nos unimos en varios puntos a movernos de diferentes formas desde el arte, el hablar y lo mas importante del hacer desde la palabra y acción, muchas comunidades viendo lo grave de la situación de derechos humanos en la ciudad de Cali deciden acompañar en este punto.
Allí llegamos con caravanas de comunidad acompañada con alimentos que permitían abastecer puntos de resistencia en la ciudad, no llegamos sin nada, por el contrario, llegamos con comida de nuestras comunidades, allí fuimos tejiendo fuerza y unidad.
De esta comida permitió nutrir la lucha, aunque en el valle estaba difícil tener alimentos, acá movilizados no aguantamos hambre, la yuca, plátano no falta.
Y como la solidaridad en las comunidades es grande se vio la preocupación que se acabara el alimento y de inmediato se convocó la minga de la comida desde la cxhab wala kiwe(territorio del gran pueblo) norte del cauca, que en esta ocasión seria su segunda minga, la primera fue para abastecer sectores populares en Cali en tiempos de pandemia y esta es para ayudar en las movilizaciones en esta zona del país.
Los niños alegres de poder ayudar en este compartir fueron ellos los que ayudaron a recoger desde sus huertas del tul de la casa de lo que tenían para que aportaran a los que estaban en la lucha, acá ya se tiene claro que tod@s aportamos los que están en los territorios atentos a los que se fueron y ellos nutren esto desde los alimentos.
El 8 de mayo ver llegar tantos alimentos causo gran alegría, se llegaban con chivas y carros llenos de comida, en medio de los escases que hay para muchos que no tienen donde sembrar ni dinero para comprar; Piña, naranja, piña, guama, plátano, yuca, desde nuestros territorios con alegría compartimos y hablamos de lo que significa esta lucha como pueblos y procesos en resistencia, la comida ayudo a que personas que están en barrios puntos de Jamundí y Cali se pudieran abastecer del preciado alimento.
Llegando con chirimía, con el ritmo que representa las comunidades indígenas, con los raíces de la tierra, estos alimentos de la minga de la comida representan la unión de los pueblos y procesos en resistencia que sigue tejiéndose en esta lucha digna que se debe continuar fortaleciendo en el día con día a pesar de la represión y estigmatización, asesinatos por que sabemos que solo el pueblo salvara al pueblo.
Escuchemos al compañero coordinador del tejido territorial económico ambiental de la cxhab wala kiwe(territorio del gran pueblo)norte del cauca q nos habla de la finaliza de la minga de la comida, y a un compañero de la ciudad de Cali como ven esta propuesta.
Por: tejido de comunicación para la verdad y la vida