
Con la fuerza de la tierra, con la palabra hecha acción digna, los jóvenes del consejo regional indígena del Cauca CRIC se juntaron desde las justas rabias, para conversar desde esos sentires que nos llevan a continuar este camino que viste de rojo y verde.
El territorio, la autonomía, la cultura como principios de nuestra organización fueron los temas principales con los que se trabajaron durante este octavo encuentro regional de jóvenes, al igual que el escenario de minga y resistencia en el que nos encontramos; en ambos se destacó la fuerza con la que la juventud viene caminando y echándose al hombro este compromiso.
La dignidad es joven, así como el despertar de este pueblo colombiano, que con cada día de lucha se viene organizando para pensarse algo diferente.
Los retos con los que se caminan dentro de nuestros territorios son claros: defender la vida liberando la Madre Tierra, retos que son el legado, la memoria viva de quienes con espíritu joven siempre han mantenido nuestra organización.
Esos sentires y luchas se juntan en Sath Tama Kiwe a nombre de los procesos juveniles en este punto de resistencia en donde en minga caminamos hacia una vida sabrosa y digna.
En este lugar de lucha se reafirmo el sueño y esperanza de libertad con la que los jóvenes caminan la organización, siendo cada uno de ellos y ellas la representación de cada comunidad.
Desde este espacio se nombró a la compañera Eliana Peteche del pueblo Nasa y al compañero Edson Hormiga del pueblo yanakuna, en la coordinación dual del programa de jóvenes CRIC, desde hoy y en este espacio de movilización serán ellos quienes (desde la orientación de la comunidad) llevarán la voz de nuestra juventud a los distintos escenarios.
Tal como lo hicieron y lo vienen haciendo jóvenes que desde el otro espacio orientan con la voz del trueno, jóvenes que dejaron un palpitar fuerte y firme en nuestro proceso como Nelson Casamachin, el nasa del norte del Cauca que desde la alegría recorrió los distintos territorios en tejiendo la unidad y dejando marcado el camino digno en el que hoy nos encontramos.
La tarea es clara, no dejar solos a los compañeros que hoy asumen esta responsabilidad, seguir firmes en la vía y en la vida, el cansancio y el miedo no es una opción para nuestros pueblos.
Que el espíritu joven siga con fuerza en cada corazón y que desde ahí nos sigamos enamorando de la vida, de la lucha que hemos caminado dignamente desde hace mas de 50 años.
Por: tejido de comunicación para la verdad y la vida